la reforma del sistema de pensiones

la reforma del sistema de pensiones
video explicativo reforma de las pensiones por Carlos Bravo

Homenaje a Marcelino Camacho, un obrero para la historia (video)

sábado, 12 de junio de 2010

Masiva participación en las manifestaciones y concentraciones contra los recortes del Gobierno


En La Gomera, Lanzarote, La Palma, Fuerteventura y El Hierro se produjeron concentraciones frente a las Delegaciones Insulares de Gobierno. En Tenerife y en Gran Canaria se leyó un manifiesto conjunto dirigido a empleados públicos, a pensionistas, personas dependientes, trabajadores y trabajadoras, desempleados: a toda la sociedad canaria.

Compañeros y compañeras, hoy estamos aquí cumpliendo con el más importante deber ciudadano: manifestar a los que nos gobiernan nuestro radical desacuerdo con las medidas que están tomando. Porque los momentos que estamos viviendo son decisivos no sólo para el futuro de los empleados públicos y de nuestro sistema de pensiones, sino también para el futuro de la democracia. Y cada persona que está hoy aquí ha decidido que no quiere que sea el mercado el que dirija la vida política. Hoy le estamos diciendo al Gobierno que somos los ciudadanos los que vamos a elegir cómo queremos vivir. Y este envite vamos a ganarlo porque nos va mucho en el empeño.

Esta crisis hace ya tiempo que ha dejado atrás el marco económico y está empezando a invadir el espacio político y social. Primero se nos exigió a los ciudadanos que con nuestros impuestos hiciéramos frente a las pérdidas económicas del sistema financiero, donde se desarrollaron las prácticas especuladoras que nos han llevado a esta crisis. Una vez que los ciudadanos pagaron, los Gobiernos se endeudaron para darle el dinero a los bancos. Y lo hicieron a pesar de que se les dijo que era una imprudencia hacerlo si además no se regulaba en profundidad el sistema financiero para que se evitara la especulación. Se nos prometió entonces que, una vez que se sanearan las finanzas privadas, el crédito volvería al sistema económico y que las familias, los autónomos y los pequeños empresarios podrían hacer frente nuevamente a sus pagos. Se nos dijo, también, que pronto la economía volvería a crecer y que se crearía empleo.

No se nos puede acusar ni a los sindicatos ni a los ciudadanos de no haber colaborado. Insisto, a pesar de que se les dijo que debían tomar medidas para que esta crisis no volviera a repetirse, todos colaboramos para salir de el bache, esperando que los Gobiernos fueran a meter en cintura a los especuladores.

Pero no solo no lo hicieron, sino que ahora, son los mismos especuladores los que con el oxígeno que le han inyectado los Gobiernos, quieren que los empleados públicos, los pensionistas, las futuras madres y, muy pronto, todos los trabajadores nos apretemos el cinto para que ellos sigan obteniendo altos beneficios. Solo basta con ver los resultados empresariales que se están presentando en estos días para que se observe quien está ganando y quien está perdiendo con esta crisis.

Y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en vez de ponerse en primera línea de defensa de la sociedad que lo ha elegido para gobernar, ha decidido capitanear la defensa de las rentas altas, del sistema financiero y de los especuladores. Zapatero está dispuesto a hacer todo lo que le pidan, porque ha decidido arrojar la toalla y abandonar a la sociedad a su suerte. Por eso ahora es el momento de que sea la sociedad la que defienda sus intereses con sus propias fuerzas. Y lo vamos a hacer, porque nuestra fuerza es mucha, porque somos muchos más, porque vamos a demostrar al Gobierno que no somos menores de edad, que no vamos a asistir con la boca cerrada a los recortes de prestaciones sociales, que no vamos a hacer la vista gorda con las reducciones de los sueldos y que no vamos a tolerar que se recorte el Estado del Bienestar. Compañeros y compañeras: no vamos a dar ni un paso atrás ni para coger impulso.

Hoy hemos podido leer en la prensa que dos millones y medio de pensionistas viven por debajo del umbral de la pobreza y perciben menos de quinientos euros al mes. Es con ellos con los que el Gobierno de Zapatero ha decidido ensañarse. Es a ellos y no a los especuladores a los que el Gobierno enseña los dientes. Es a los que han levantado, con su trabajo y con su esfuerzo, el Estado del Bienestar, a los que el Gobierno les regatea ahora una paga que los pone directamente en la pobreza. No lo vamos a consentir.

En estos momentos se está librando una batalla entre los mercados y la sociedad, en la que los mercados ya se han quitado la máscara y ofrecen su peor rostro: el de considerar que toda ley que proteja los derechos de los ciudadanos, de los trabajadores y de los más desfavorecidos, les molesta y que hay que abolirla. Esta es una batalla que no pueden ganar los sindicatos actuando en solitario, porque se requiere la participación de todos y cada uno de los ciudadanos en defensa de su soberanía, en defensa de su derecho a elegir cómo quieren ser gobernados y en que tipo de sociedad quieren vivir. El Estado del Bienestar es una consecusión de todos, y todos tenemos que empeñarnos en su defensa. Y esa defensa no se agota ni en este día de huelga ni en esta manifestación. Vamos a tener que defender nuestro Estado del Bienestar todos los días y lo vamos a hacer de la única forma que se puede hacer: arrimando el hombre. Y si hoy aquí somos muchos, el próximo día, porque habrá próximo día, vamos a ser muchísimos más.

Todos sabemos que las medidas que ha tomado el Gobierno, y las que piensa tomar no nos sacarán de la crisis, sino que nos sumirán en una crisis aún más profunda, como ya empiezan a gritar voces independientes en todo el mundo. Esto no se está produciendo porque haya que ajustar los presupuestos en un tiempo de crisis, sino porque los Gobiernos se están arrodillando ante los que les piden que desmantele los servicios públicos, el Estado social y el mercado de trabajo. Ahora amenazan con reformar el mercado laboral. Y vamos a esperar para ver lo que van a hacer, porque si tocan los derechos de los trabajadores, nos van a volver a encontrar en frente.

Porque con las mismas banderas que enarbolamos hoy nos vamos a seguir manifestando las veces que sean necesarias, hasta que el Gobierno rectifique. No nos importa que sea una vez más o cien veces más. No vamos a tolerar que se dé ni un paso atrás.

Los sindicatos y los ciudadanos pedimos una salida social de la crisis. Unos servicios públicos de calidad. Un Estado del Bienestar que responda a las demandas de los ciudadanos y una defensa del empleo. Lo vamos a gritar alto y claro. Y nos van a tener que escuchar.

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