A pesar de lo que se empeñen en creer o hacer creer nuestros dirigentes políticos, Canarias sigue siendo la comunidad autónoma de España con mayor tasa de desempleo. Este factor, unido a la falta de estabilidad laboral, debido a una economía basada hasta ahora fundamentalmente en el sector turismo – servicios y construcción, requieren de medidas contundentes que sirvan para contener la hemorragia del desempleo.
El gobierno, centrado únicamente en la formación de los desempleados, ha descuidado la intermediación y la inserción laboral, argumentando que el empleo se reactivará por la evolución natural de los mercados económicos y que cuando eso ocurra, los desempleados estarán en mejor disposición para acceder a un puesto de trabajo, debido a la formación que el Servicio Canario de Empleo les ha proporcionado mientras estaban desempleados. Dado que se prevee que la salida de la crisis y, por tanto, la demanda de empleo, aún se retrasará bastante tiempo, podemos suponer que en Canarias vamos a tener los desempleados mejor formados del mundo. Doctores “honoris causa”, pero a fin de cuenta, parados.
Por otra parte, Las medidas de fomento de la contratación, basadas en subvencionar a las patronales mediante dinero público, no están dando resultados positivos. Los convenios con corporaciones locales, subvencionando al 100% la contratación temporal de trabajadores, también es “pan para hoy y hambre para mañana”, puesto que ese tipo de contratación no tiene continuidad en el tiempo, dado que cuando se acaba el periodo subvencionado, esas personas vuelven irremediablemente a la situación de desempleo. Para lo que sí sirve este tipo de contratación es para que los responsables de turno aparezcan en prensa diciendo: el gobierno “ha creado X número de empleos”. Nada más lejos de la realidad, porque ni es creación, ni son empleo, sino una mera transferencia de dinero a través de corporaciones.
La buena gestión de los recursos públicos para la generación de empleo debe ser el punto de partida y la meta del gobierno, priorizando al colectivo de población más desfavorecido. En este sentido, es inconcebible que se descuide, por ejemplo, a más de 12.000 desempleados a los que se les deben más de 3,3 millones de euros desde 2009 y a otros tantos en 2010, por desplazarse para asistir a cursos obligatorios de formación Es necesario, así mismo, prestar mayor atención a los barrios periféricos, donde el problema del desempleo se agrava todavía más, especialmente en el colectivo de jóvenes, donde, en algunas zonas es superior al 70% y existe más de un 40% de familias donde no trabaja ninguno de sus miembros. Estos barrios reclaman, con toda legitimidad, más y mejores recursos para la formación y el empleo, que contemplen la realidad de emergencia social en la que se encuentran.
El Gobierno de Canarias debe, con carácter urgente, poner en marcha los mecanismos necesarios, de cara al cumplimiento del pacto económico y social firmado en 2009, en cuanto a empleo se refiere, en 3 ejes fundamentales:
- Potenciar las políticas activas de empleo y de la readaptación social de los desempleados de los sectores en crisis y colectivos de población más desfavorecidos.
- Mejora de las infraestructuras turísticas, mediante la modernización de la planta hotelera, acompañándola de formación del personal, en el ámbito de expedientes temporales de regulación de empleo, lo que repercutiría positivamente en la reactivación del sector de la construcción.
- Recuperar para la formación a 15.000 o 20.000 jóvenes, que no debieron abandonar los estudios, cuando, en el auge de la construcción y del turismo, cambiaron los libros por la paleta o la bandeja de servir. Canarias debe disponer de capital humano para logar la diversificación de la economía.
Ante esta grave situación, Instamos en definitiva al gobierno a reorganizar las prioridades que demandan los desempleados, atendiendo más a las necesidades sociales que a la propaganda política y a la continuidad en sus propios cargos.
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